domingo, 15 de noviembre de 2015

Educación con Inteligencia Emocional

La escuela de mis hijos organiza unas clases de Educación con inteligencia emocional para padres. Quien lo necesita (ja-ja), por eso al principio pensé que no seria interesante, pero a medida que el instructor ponía ejemplos, todos eran aplicables a mis hijos, y todos los padres que estábamos en la clase nos sentíamos reflejados: cuando el niño no quiere salir de casa en el ultimo momento, cuando no quiere recoger, cuando se le ordena cosas que por aquí le entran y por el otro le salen...
Así que tome algunas notas que me parecieron interesantes. Os dejo algunos conceptos básicos para que los penséis, ya me diréis.  

1. Educación es que el niño sea responsable. Es responsable cuando no hay nadie mas que lo sea. Es decir, siempre que haya un adulto alrededor que le recuerde lo que tiene o no tiene que hacer, el niño deja de ser responsable. Esperara a que el adulto le diga lo que tiene que hacer, o que le anime a hacerlo, y sera también la excusa para no hacerlo "no me has dicho que lo haga...". Lo difícil es el proceso de hacer que el niño sea responsable. Una solución es evitar ser sistemáticos para que no estemos en el habito del niño. El hace lo mismo todos los días (recoger los juguetes o hacer los deberes), pero nosotros no (unos días estamos con ellos, otros no...). Eso crea responsabilidad.  

2. Autoridad. Para educar es necesario tener autoridad. Autoridad es que se haga lo que dices. La perdemos cada vez que ordenamos algo y no se cumple. Por ejemplo, cuando el decimos "No corras", y el niño sigue corriendo. En ese momento automáticamente hemos perdido autoridad, y lo mejor es que nos la quitamos nosotros mismos. Si estuvieramos calladitos...pero no, y repetimos "no corras" las veces que haga falta para perder cada vez mas autoridad. Si es que somos unas maquinas. Luego la autoridad hay que re-ganarla. Muchas veces es mejor callarse, sobre todo cuando sabemos que no se va a cumplir lo que ordenamos, o que hacerlo cumplir en ese momento es complicado.  En nuestra defensa hay que decir que es muy habitual perder autoridad en nuestra sociedad, simplemente porque hablamos mucho y hablamos antes de pensarlo. Conclusión, una solución es hablar menos. 

3. La educación (responsabilidad) es un objetivo a largo plazo y no a corto plazo. Queremos que los niños cambien y cojan hábitos al de cinco minutos de decírselo, y eso es sencillamente imposible. Ni nosotros somos capaces de hacerlo. Por ejemplo, pongámonos el objetivo de conseguir un cambio en nosotros mismos (dejar de chillar a nuestro hijo/hija). Aun estando motivados para conseguir cambiar, quien cree que no va a gritar ni una sola vez en la próxima semana? Imaginaros lo difícil que es para nuestro hijo/hija cambiar una actitud que le resulta cómoda, cuando no esta ni motivado para hacerlo. 

4. Cultura negativa. Nuestra cultura es en general negativa, lo que no ayuda a educar a los niños. Es decir, nos fijamos en la perfección. Por ejemplo, si el niños recoge 44 piezas, nos fijamos en la 2 que se ha dejado en el suelo, y le hacemos ver que hasta que no las recoja todas no ha terminado. Es la cultura del fustigamiento, nos fijamos en los fallos,los engrandecemos, y señalamos a los responsables. Teniendo en cuenta que la educación es un objetivo a largo plazo, lo adecuado seria celebrar que ha recogido 44 piezas, y animarle a que siga haciéndolo. Al día siguiente puede que no las recoja todas, pero seguramente lo hará dentro de una temporada. 

5. Actitudes con fecha de caducidad. Existen actitudes en un niño que tarde o temprano cambiarán. Por ejemplo, que coma por si mismo, o que se vista el mismo. No deberíamos darle mucha importancia a que estas actitudes cambien antes o después

La semana que viene os diré la tres formas de educar que existen.


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